viernes, 4 de abril de 2008

juventud cubana, universidad, patria, comunismo, hombre nuevo, cultura política, Julio Martínez Ramírez socialismo







La Juventud Cubana y su compromiso con la nación
Talía González
"No vamos a fallarle a la nación", asegura este joven cubano que se adentra en la madurez de su trabajo tras varios años como dirigente de la Unión de Jóvenes Comunistas, y en la actualidad como su Primer Secretario¼ Julio Martínez Ramírez se refiere a los retos de la juventud cubana para defender y preservar el empeño de una sociedad más justa y más humana para Cuba y el mundo.
PERIODISTA: En su criterio, ¿está la juventud cubana preparada y consciente de los retos que debe enfrentar en la preservación de la Revolución?
JULITO: Nuestra labor está encaminada a que toda la juventud cubana tenga conciencia de la altísima responsabilidad que tiene con la continuidad de la Revolución, que es la razón de ser de nuestra organización. Nosotros no podemos perder de vista que tenemos algunos jóvenes que dolorosamente no tienen una idea clara del valor de la obra de la Revolución. Pero el desafío está precisamente en que toda la juventud pueda apreciar el valor de la obra revolucionaria, conozca el papel que nos corresponde en cada momento, siendo dinámica, creadora, transformadora y esté convencida de cómo tiene que encarar la vida en el lugar donde actúa.
Nuestra juventud es comprometida, alegre, entusiasta y está convocada, ya no solo a mantener las banderas de la Revolución cubana, sino que tiene un compromiso con la humanidad. Es decir, defender las banderas del socialismo en Cuba es demostrarle al mundo que es posible tener el modelo que precisamente estamos defendiendo y perfeccionando en nuestra nación.
Debemos reflexionar todos los días en nuestras organizaciones de base y entre los jóvenes, alrededor de las interrogantes planteadas por Fidel el 17 de noviembre del 2005 en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, acerca de cómo preservar y hacer invulnerable la Revolución.
Nuestra tarea como organización es enorme, pero sin lugar a dudas la mayoría de nuestros jóvenes cuentan con las herramientas que les ha proporcionado la educación y con alta cultura política.
PERIODISTA: ¿Cuáles son las principales dificultades que enfrenta el trabajo de la organización para sumar mayor cantidad de jóvenes al desarrollo de la sociedad?
JULITO: Nosotros tenemos que transformar la vida de las organizaciones de base de la juventud. Precisamente donde tenemos el reto de ser más fuertes es en nuestros centros estudiantiles, en nuestros centros laborales que todos los militantes del comité de base no esperen una orientación, que no esperen una indicación, sino que el propio comité de base tiene la responsabilidad de debatir, argumentar, convencer con ideas y principios, logrando una participación consciente, sumando a todos los jóvenes en el lugar donde actuamos para estar a la vanguardia de las principales tareas. Nosotros tenemos que lograr que el militante de la UJC no solamente participe en las reuniones o en las actividades que convocamos, tenemos que elevar su combatividad, preparación y ejemplaridad en el enfrentamiento a lo mal hecho.
Nos corresponde también perfeccionar la forma en que llegamos a los jóvenes que no son militantes de la Organización y que no están en el radio de acción de las organizaciones de base, incluso aquellos que no estudian ni trabajan. Bajo la premisa de que el aporte de todos es necesario para el desarrollo del país, convirtiendo el intercambio sistemático y directo en la base, en método permanente de nuestro trabajo.
PERIODISTA: ¿Qué valores no debían faltar en los jóvenes que necesita hoy la Revolución cubana?
JULITO: El patriotismo, que es lealtad a la historia, la Patria y la Revolución socialista y la disposición plena de defender sus principios para Cuba y el mundo. Nuestros jóvenes han de tener disposición para asumir las prioridades de la Revolución, al precio de cualquier sacrificio, actuar siempre en correspondencia con la responsabilidad de defender nuestra historia, consolidando la unidad en torno al Partido.
Nosotros tenemos la misión de trabajar en la formación de ese Hombre Nuevo del que habló el Che, que en nuestro caso específico tiene que ser profundamente antimperialista con una actuación consecuente que se exprese en la dignidad, el humanismo, la honradez, la honestidad, el sentido de justicia, solidaridad y el amor al trabajo como única fuente de riquezas.
Disponemos del ejemplo de nuestros Cinco héroes, que son expresión palpable de los valores que queremos para nuestros jóvenes.
Tenemos que amar a Cuba, conocer nuestra rica historia para poder defenderla y llevar la Revolución a planos superiores. Si nosotros no sabemos cuánto ha tenido que sufrir nuestro pueblo, y cuántas vidas humanas se han perdido para que hoy los jóvenes puedan disfrutar de esta obra, difícilmente podamos tener todos los argumentos para defenderla e impulsarla.
PERIODISTA: ¿Cuáles son esos argumentos?
JULITO: Muchísimos. Pero ante todo la obra de la Revolución en sí misma que ha logrado levantar en primer plano la dignidad plena del hombre. A veces un joven puede no apreciar realmente lo que disfrutamos hoy y la posibilidad que tenemos de participar para perfeccionarlo, algo que para muchos en el mundo pudiera parecer un sueño. Y no lo digo solo por las garantías en la superación, las garantías en la salud y otras, sino porque el país es de nosotros los cubanos, algo que no siempre fue así.
Tenemos que luchar para que no nos arrebaten esta obra y que todos los jóvenes entiendan que la causa principal de nuestras dificultades y carencias actuales obedece al genocida bloqueo económico a que hemos sido sometidos, sin obviar nuestros problemas subjetivos que tendremos que resolver dentro del socialismo, porque es el único sistema capaz de resolver los problemas complejos que enfrenta la humanidad.
Cada joven debe esforzarse por encontrar sus propios argumentos para defender esta obra. Tenemos un arsenal inagotable en las reflexiones de Fidel y los discursos de Raúl.
Debemos ser capaces de interpretar en cada escenario donde actuemos y aplicar creadora y consecuentemente las 20 ideas básicas del concepto de Revolución, que constituyen a su vez, los principios y cualidades que deben guiar a un cuadro juvenil y militante comunista.
PERIODISTA: ¿Cuáles son las principales tareas de la Unión de Jóvenes Comunistas en el orden social?
JULITO: Son muchas las misiones que conciernen no solo a los militantes, sino a toda la juventud. Priorizando el rescate de aquellos jóvenes que por diversas razones están desvinculados del estudio y del trabajo, bajo el principio de no dar a ninguno por perdido, llegar a ellos y a su familia, para que sigan aportándole a la sociedad.
La participación activa de la juventud en el desarrollo de la educación. Sentimos la obligación de seguir acompañando a los maestros jóvenes en su formación integral y en la preparación y atención a los recursos humanos jóvenes creados al calor de la Batalla de Ideas.
Estamos enfrascados en la atención a la continuidad de estudio o incorporación laboral de los egresados de diferentes niveles de enseñanza; en la evaluación de causas y condiciones que determinan las indisciplinas sociales y el delito; así como en otros temas relacionados con la atención a diferentes sectores de la sociedad que se han beneficiado a través de los programas de la Revolución.
Y algo muy importante, participamos junto a todo nuestro pueblo en la preparación para la defensa de la Patria y estimulamos especialmente en estos momentos la participación de la mujer en esta misión.
PERIODISTA: Un tema recurrente en el debate de la juventud es la recreación, ¿qué acciones emprende la UJC para dar respuesta a las demandas de los jóvenes en ese tema?
JULITO: Conocemos que nuestra juventud está insatisfecha. Tenemos conciencia de la prioridad que requiere este tema que tiene componentes materiales y otros que dependen del esfuerzo por mejorar los servicios en este sentido, con creatividad, buen gusto y ganas de hacer bien las cosas.
Estamos empeñados en diversificar los patrones de recreación, ampliar la manera en que los jóvenes emplean su tiempo libre, que lo hagan de una manera sana, que se recreen aprendiendo, porque a veces no logran apreciar que en sus escuelas, en sus centros de trabajo, en el lugar donde viven hay un número importante de opciones que están a la mano y no son capaces de apreciarlas.
La UJC no es la única responsable en este tema, aunque comprendemos nuestra misión de impulsar el esfuerzo que hace el resto de los organismos para ampliar la recreación.
Tenemos el reto de enfrentarnos a formas no institucionalizadas de recreación que han surgido en estos años y que no están diseñadas para la gran mayoría de los jóvenes, muchas persiguen fines lucrativos y siembran banalidad y mucha superficialidad. Debemos continuar trabajando en la ampliación de los horizontes culturales y los conocimientos de nuestros jóvenes como escudo ante los peores vicios que emergen del capitalismo.
Solo con la iniciativa institucional bien concebida y sin esquematismos, será posible contrarrestarlas.
PERIODISTA: Recientemente la UJC dio inicio a jornadas de visitas a lugares históricos en todo el país, con la consigna Fieles a Nuestra Historia, ¿a qué responde?
JULITO: En esto lo fundamental es apropiarnos de las enseñanzas de la historia, como acción imprescindible para enfrentar el poder del imperio que apuesta al olvido de nuestras tradiciones de lucha.
Los jóvenes tenemos que apreciar también que vivir en Cuba es algo único. Cuando ganamos una medalla en el deporte, cuando vemos a un médico salvando una vida aquí o en cualquier lugar del mundo, cuando un maestro logra que sus alumnos aprendan mucho más en nuestras aulas o alfabetizar a miles de kilómetros de distancia o cuando nuestros artistas recorren las prisiones, suben a nuestras montañas o nos identifican en un escenario internacional, podemos seguir sintiendo todos el orgullo de ser cubanos. El hecho de que este pueblo haya resistido esos años duros del periodo especial, del bloqueo genocida impuesto por el imperialismo, las presiones, los hechos terroristas de los cuales hemos sido víctimas, nos distingue y nos prestigia ante el mundo entero.
De ahí que ser fieles a nuestra historia, significa también la fidelidad a los mejores valores de la Patria, sus tradiciones, cultura, y el legado ético y heroico de nuestro pueblo, que nos sostiene, nos da coraje y aliento para el futuro. Eso nos hace mucho más fuertes.
PERIODISTA: ¿Es también un reto para la UJC la incorporación de mayor número de jóvenes a la producción?
JULITO: Sí, y sobre todo que nuestros jóvenes puedan incorporar el valor del trabajo. Si bien exhibimos con satisfacción que el 68,38% de los jóvenes entre 18 y 24 años de edad están hoy estudiando en la universidad, la mayoría cursan carreras de humanidades. Nuestra batalla también es porque estudien en un mayor número las carreras con un perfil vinculado a sectores que aporten directamente a la producción, que podamos aprovechar las potencialidades en cada municipio, allí donde también ha llegado la superación a todos los niveles.
Pero un joven no puede pensar que solo superándose le es útil a la Revolución. Nosotros defendemos que el joven se prepare, pero que también aporte, y que con su esfuerzo manual o intelectual contribuya al desarrollo de la sociedad. Un país se sostiene también con obreros agrícolas, con técnicos en cualquiera de las ramas de la producción de bienes materiales, con los que brindan servicios, imprescindibles para que funcione la sociedad. Estamos responsabilizados con crear una cultura del trabajo en la juventud, de esfuerzo, de participación.
Tenemos que lograr que en las comunidades también el joven encuentre su realización profesional, para evitar que las zonas rurales se queden sin jóvenes preparados, esa es una tarea de la Unión de Jóvenes Comunistas.
La juventud cubana tiene una profunda identificación con Fidel y Raúl, quiere a este país, ama a esta Revolución. Nos corresponde a nosotros guiarla, conducirla, hacerla partícipe de cada momento.
En estos nuevos aniversarios de la Unión de Jóvenes Comunistas y la Organización de Pioneros José Martí los jóvenes ratificamos nuestro compromiso con el estudio consciente, elevando la cultura general integral, el trabajo disciplinado, productivo y con eficiencia, así como la atención a la familia y a los valores humanos; esa es la mejor manera de preservar el futuro de la Revolución Socialista.

Antonio Guerrero Héroe cubano preso, misiva a los escritores y artistas de su amada patria, en nombre de los cinco presos en Estados Unidos


3 de abril del 2008

Mensaje de los Cinco compatriotas prisioneros del imperio

Texto de la misiva remitida por Antonio Guerrero al VII Congreso, en nombre de sus compañeros de lucha


Queridos escritores y artistas de la amada patria:

Desde cinco prisiones del imperio les va un saludo de René, Ramón, Gerardo, Fernando y mío, deseándoles los mejores éxitos en su trascendental Congreso.

Se me agolpan un mundo de ideas en la mente al pensar en nuestra Revolución y en ustedes que son el baluarte de nuestra cultura. No me será fácil organizarlas para escribir estas líneas, pero de lo que pueden estar seguros es que cada una de estas palabras sale de un corazón que se siente junto a ustedes, junto a nuestro pueblo, a pesar de la cruel distancia impuesta.

Luego que el mensaje de nuestro Comandante en Jefe fuera difundido por los grandes medios de aquí, a su manera, como saben o suponen, muchas personas de todo tipo se me acercaron con sus pregunticas, las que en el fondo uno trata de entender y de responder de la mejor forma. La constante era: ¿Y ahora qué?, ¿habrá cambio?. Ya saben lo que querían decir con eso de "cambio". Yo les repliqué: cambios hacen falta en muchos lugares y, sobre todo, aquí. A algunos les amplié más, a otros los dejé ahí.
Un pueblo como el nuestro, con una alta cultura política sabe bien el crucial momento que atraviesa la humanidad y sabe, más que bien, lo que sería regresar al pasado, bajo las garras del imperio más poderoso que haya existido en la historia, pero, a pesar de ello, la Batalla de Ideas es vital para elevar la conciencia revolucionaria en estos tiempos que tanto exigen de cada cubano, que tanto llaman a no olvidar ni un día el ejemplo del Che.
Ninguno de nosotros ha borrado de nuestras mentes aquel discurso de Fidel el 17 de noviembre de 2005, cuando nos invitó a reflexionar sobre si "puede ser o no irreversible un proceso revolucionario" y "cuáles serían las ideas del grado de conciencia que harían imposible la reversión de un proceso revolucionario". Sabemos bien cuán importante es el papel de cada escritor o de cada artista en la formación de ese grado de conciencia, por ello, sintiéndome uno entre ustedes, o mejor debo decir sintiéndonos cinco entre ustedes, los exhorto a reafirmar unidos, en hermandad revolucionaria, en una sola voz:
¡No les fallaremos jamás a Fidel y a Raúl!
¡No abandonaremos jamás los principios martianos!
¡No traicionaremos jamás a la Revolución, a nuestra historia de lucha y a nuestro pueblo heroico!
Uno que ha estado en lo que llaman situación límite sabe lo que vale ser fiel a los principios justos y a nuestro pueblo digno.
Me atrevo a expresar que las ideas que harían imposible revertir nuestra obra socialista, hecha con tanto sacrificio, valor y dignidad, están encerradas en estos postulados del Apóstol de nuestra independencia:
"El verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor, sino de qué lado está el deber."
"Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz."
"Hacer es una manera de decir."
Un fuerte abrazo revolucionario de los Cinco. Como dice la canción de nuestro amigo Silvio: "A pesar de los pesares, como sea ¡Cuba va!".
¡Viva la Revolución! ¡Viva el Socialismo!

Antonio Guerrero Rodríguez marzo 2008

Un delegado que siempre nos acompaña GRANMA 55555

"...los asuntos que estamos presentando, nos dan en este momento la más grande de nuestras oportunidades para liberar a los Cinco. Este es un momento crítico y es muy importante que la red de apoyo esté al tanto e involucrados activamente en el caso." Leonard Weinglass, abogado norteamericano, jefe del equipo de la defensa.
Visita http://www.amigosdecuba.com.ar/5patriotas/rompiendo-muros/cartas-mensajes.html

omnibus, transporte de personas en La Habana Cuba, Parlamento y Jorge Luis Sierra, Yutong chinos, catamarán en Santiago de Cuba, no aumentó el pasaje





El transporte en tiempo futuroPor Nuria Barbosa León, Periodista de Radio Progreso y Radio Habana Cuba En diciembre del 2006, el ministro del Transporte Jorge Luis Sierra, expuso críticamente ante el Parlamento las principales causas en el deterioro del parque disponible. El bloqueo estuvo en primer orden y luego las deficiencias en la organización de la dirección del sector; inadecuado sistema de aseguramiento técnico para el mantenimiento de vehículos; falta de piezas de repuesto; indisciplina de trabajadores y de funcionarios incompetentes; alta fluctuación laboral; descapitalización de los ómnibus; deterioro de la infraestructura en los talleres; escaso aseguramiento financiero para atender los costos de reposición y
mantenimiento, y la incapacidad para organizarlo y planificarlo adecuadamente. Hubo sorpresa en la población cubana cuando mencionó como medida recuperativa la adquisición de 200 ómnibus articulados de fabricación china, 50 de la marca Mercedes Benz comprados de segunda mano, y otros 344 para el transporte escolar. En el aspecto de las inversiones habló de más de 150 millones de dólares empleados en la recuperación de locomotoras, de más de 80 millones para la reparación de vías férreas, de más de mil millones dedicados a la reparación de más de 300 puentes, carreteras y caminos. Muchos se sintieron escépticos y no pensaron en el empeño de la alta dirección del país para resolver los problemas aquejados. Sin embargo para marzo del 2007 en el balance anual del
Ministerio se mostró la adquisición de más de mil ómnibus Yutong, 12 locomotoras chinas, la construcción de dos catamaranes en Santiago de Cuba con capacidad para 237 pasajeros, 123 cuñas con sus remolques y 130 equipos de manipulación
portuaria. En esa fecha ya habían sido reparados 500 camiones, 96 locomotoras, 2 847 vagones ferroviarios, 12 remolcadores, siete patanas, seis buques de carga seca y tres graneleros; se compraron 2 100 toneladas de carril largo soldado y se reinició la producción de traviesas en Villa Clara. Aún en ese momento, lo implementado no era suficiente y no se sentía cambios visibles. Ya en octubre del 2007 en el programa radiotelevisado de la Mesa Redonda se explicó, una vez más a la población, los pasos dados por el Ministerio del Transporte. Ahí se mencionó que entraron en funcionamiento más de 1 500 autobuses de los organismos, y se adquirieron otros de
segunda mano, y que circulaban por las calles capitalinas 343 autobuses Yutong nuevos, de ellos 285 en Ciudad de La Habana y 40 en Santiago de Cuba. Unos 3,2 millones de dólares se destinaron para recuperar coches ferroviarios. También fueron adquiridos 200 nuevos coches para los trenes nacionales y 19 locomotoras, que entrarían en circulación en el segundo semestre del 2008 y hasta el 2010, a un costo de 150 millones de dólares. También se dijo en el programa televisivo que en el año 2007 se recibieron 150 planchas portacontenedores, 100 locomotoras nuevas, 100 ferrosilos, 100 casillas para la carga general, 1 900 camiones y 200 cisternas de combustible. Igualmente se
planificó y ejecutó la adquisición de más de 100 locomotoras, 3 000 vagones de carga, patanas, buques de cabotaje, cuñas y camiones. Cuando en marzo del 2008, el precio del petróleo ya superó los 100 dólares el barril, la recuperación del sector del transporte en Cuba sólo puede ser posible con una justa política de ahorro y el máximo aprovechamiento de las capacidades de cargas. Se trabajó, además, en el reordenamiento interno, al rescate del personal y al aprovechamiento de las reservas de eficiencia por efecto del control, la disciplina y la
atención a los trabajadores. Hoy vemos circular por las calles capitalinas nuevas rutas de guaguas, --incluso vacías o semillenas—confortables en sus muebles, con ventilación adecuada, música indirecta de radio o reproductoras, micrófono para los conductores y un tiempo de espera no superior a los 10 minutos en las
paradas, y todo parece un cuento de ciencia ficción porque el precio del pasaje no se incrementó. Si es importante un llamado educativo a la población y a las tripulaciones de cada ómnibus para el cuidado de los medios y una mayor sanción, tanto judicial como moral, a todo aquello que atente contra la
supervivencia de los equipos. Aún no se ha concluido la recuperación total del transporte pero vientos soplan hacia el alivio, sólo el socialismo es capaz de enfrentar un problema, por muy crítico que sea y solucionarlo con la unidad de sus fuerzas. No hubo necesidad de privatizaciones, ni entrega de los recursos del
pueblo a los monopolios. En cambio, se formuló una estrategia estatal, pensada y bien formulada, que puede ser la luz para el avance de la sociedad. Para concluir una moraleja: “Un grano no hace granero, pero ayuda a su compañero”

2 de Abril día de islas, las Malvinas ocupada, Cuba libre de todo dominio, Eusebio Leal y José Martí, historiador de la ciudad Habana , Fidel , Raul,






Intervención de Eusebio Leal en el VII Congreso de la UNEAC, Palacio de las Convenciones, el 2 de abril de 2008

Para no continuar el hilo de lo que todos hemos escuchado, sino más bien el hilo ese que tenemos en el corazón, el de las causas y motivaciones que nos trajeron al Congreso, recordaría, evocando el comienzo de esta sesión, aquella frase inolvidable que la eximia escritora francesa Marguerite Yourcenar, autora de Memorias de Adriano, encontró en una carta de Flaubert: "Los dioses no estaban ya, y Cristo no estaba todavía, y de Cicerón a Marco Aurelio hubo un momento único en que el hombre estaba solo".

Una reunión como esta de hoy no podría celebrarse en ningún lugar del mundo, porque no existe aquel donde los intelectuales, los escritores, los artistas… se puedan reunir y que sus ideas no ya cuestionen, sino que influyan y hasta determinen en la vida de un Estado y de una nación. Ese privilegio que nos dio el tiempo, está unido a la ausencia que se produjo cuando el primer día no estuvo con nosotros Fidel.

Quisiera decir también que, al recibir con un cerrado aplauso al General Presidente —como lo fueron en su momento Carlos Manuel de Céspedes, Salvador Cisneros Betancourt o Bartolomé Masó—, estábamos recordando las singularidades de la historia de nuestra tierra.

Soy historiador y, por consiguiente, tengo la manía de buscar la explicación de las cosas en esa suerte de bola de cristal. Así rememoraba aquel episodio de la Gran Guerra de 1868 cuando un hombre con mérito, pero extraviado circunstancialmente, salió al paso de Antonio Maceo y le apuntó con un revólver en el pecho, desacatando sus órdenes.

Maceo pidió a Limbano Sánchez —quien murió luego heroicamente— que bajase el arma, y cuando éste le obedeció, ante la mirada incrédula de la escolta, el Mayor General le dio un abrazo y lo atrajo al seno de la verdad y de la razón.

Durante la lucha de la insurgencia en la Sierra, ocurrió lo mismo. Al comienzo hubo uno que, inconforme con el repartimiento de las armas obtenidas en un combate, intentó demostrar al jefe que lo suyo era suyo. Entonces hizo el gesto de esgrimir su arma, pero un hombre se atravesó en el camino de los otros dos. Ese hombre es el General Presidente que estuvo en el Congreso ayer; quiero decir, Raúl. Sin aquel acto suyo, quizás no tendríamos hoy Revolución.

No estamos solos, la nación está pendiente de lo que decimos. Está pendiente Fidel, y con profundo respeto lo estuvo ayer, presente físicamente, Raúl.

Una vez, con exceso de confianza de mi parte, le dije a aquel que evoco: "Usted nos ha condenado a que la nación esté para siempre presidida por un hombre ilustre". Y esa era mi gran agonía. Hoy pienso que están aquí los cubanos ilustres, las mujeres y hombres. Son una parte, sólo una parte, porque hay otros tantos en las fábricas, en el mar, en las fuerzas armadas, en la ciencia…, pero aquí están reunidos los escritores, los pintores, los intelectuales… en fin, el alma visible de Cuba.

No va a ocurrir como en aquella oportunidad de la Guerra Grande cuando, cabalgando junto al Presidente de la República en Armas—precisamente, Bartolomé Masó— venía una flor jóvenes que formaban parte de su Estado Mayor. Al verlos, el general Modesto Díaz, que no entendía mucho de cuestiones de letras, se molestó tanto que le preguntó: "Yo no sé cómo usted se rodea, Presidente, de estos bandidos". Y entonces, el aludido le respondió: "¿Y por qué tiene usted esa opinión de estos jóvenes?" A lo que el otro dijo: "Yo no lo sé; a mí me han dicho que son unos poetas". Esos poetas fueron inmortalizados después por José Martí en un precioso opúsculo llamado Los poetas de la guerra, en el cual habló de la originalidad de cada uno de ellos. Casi todos suscribieron con sangre su propia obra escrita.

Yo creo que Kcho, con una obra tan internacionalmente reconocida; Desiderio Navarro, con sus palabras, Frank Fernández, con las suyas, y todos y cada uno de los que han hablado, han aportado a la esencia de la problemática.

Nosotros hemos llegado democráticamente a esta elección sin presiones; de lo contrario, no me atrevería a hablar aquí. Yo no quiero ser un cubano de cuota; no lo quiero ser. Me sería ofensivo ser un cristiano —como lo soy— de cuota; o un mulato —como lo soy también— de cuota, si entendemos nuestra ascendencia de la sangre o de la cultura; o todavía uno más oscuro: un negro de cuota. Yo quiero ser parte de este grupo, a quien nadie escogió con el dedo. Cuba es así, y el que trate de modificarla separándola, dividiéndola y convirtiéndola en extrañas representaciones, pone a Cuba sin el legado de Martí.

Nosotros tenemos que asumir que el más ardoroso y brillante amigo del Maestro en aquellos días postreros de su vida fue Juan Gualberto Gómez. Tenemos que asumir, como me decía Dulce María Loynaz, que amando tanto a Martí sentía una devoción infinita por ese otro grande, desconocido a veces, elegante, distinguido, fino, culto por su propia decisión: Antonio Maceo.

Yo creo que tenemos que ayudar desde la UNEAC a construir la nación de hoy. Todos estamos esperanzados. ¿Por qué? Porque el país, efectivamente, asume que lo que hasta ayer no fue conveniente o prudente, hoy es necesario. Cada día las noticias que nos llegan son alentadoras, y no es como dicen nuestros mortales enemigos, un tema cosmético. Se están tocando cosas tan profundas como aquellas que en 1959 —y aún antes— mi generación vio como la más alta aspiración: la justicia para los campesinos, los hombres de la tierra.

Nosotros lo que tenemos es que luchar, desde nuestras obras, para que se laven las conciencias de todos los cubanos; para que el mundo sienta que se cumplen aquellas palabras bellas de Martí cuando dijo: "¡Qué misterio dulcísimo tiene esa palabra: cubano!"

Nosotros sentimos ese profundo orgullo, como lo sintió Picasso cuando recibió a un joven cubano en una época en que era algo fabuloso que algún compatriota nuestro fuera famoso. ¿Quién era ese joven? Uno que representaba tres fuentes de nuestra sangre: Wifredo Lam, negro, chino, español… De ahí su longevidad, como la de José Luciano Franco, la de Regino Pedroso o la de Regino Boti, por citar algunos ejemplos.

Pero siento la misma alegría y, a la vez, tristeza al recordar aquellas lágrimas de Agustín Cárdenas, cuando ya vencido por la enfermedad, fue traído a La Habana por Alejo Carpentier, su amigo y admirador. Al recibir la Legión de Honor, la suprema orden que ofrece Francia, y de la cual Claudio José Domingo Brindis de Salas fue también acreedor, Cárdenas no podía expresar palabras porque estaba ya herido de muerte. Pero quizás la más grande enfermedad era que los cubanos no lo conocían. Francia lo reconocía, Alejo lo reconocía, Picasso lo reconocía, pero el gran escultor apenas era conocido en su patria.

Cuba tiene que pensar que, en este momento, en esta directiva que elegimos, podría haber una pléyade de notabilísimos y grandes, si pensamos que la edad no es un inconveniente, no sea que nos acusen también de que queremos proclamar una gerontocracia intelectual. Pero no olviden los más jóvenes que la juventud es la única enfermedad que se cura con el tiempo, ¡no lo olviden! Sobre todo, piensen que podría estar aquí, honrándonos, el venerable Cintio Vitier, hijo de un filósofo notable, nieto de un general mambí, padre de músicos, abuelo de escritor. Podía estar Silvio, que ha hecho mundialmente famosa a la canción cubana, o Pablo también. Es que ellos están en nosotros, están aquí. Como el Quijote, presidirán dondequiera que se encuentren, porque el mérito los ha acompañado. Es su talento el lo que los ha elevado como artistas, ganando la gloria en los espacios, en las plazas públicas, cuando el nombre de Cuba era un nombre maldito.

Yo no me avergüenzo de lo que estamos haciendo; al contrario, creo que lo que estamos haciendo es lo correcto, y que tú tienes razón, Kcho, tú tienes razón, porque cuando tú pintabas tus barcos y hacías tus instalaciones, muchos decían: "Éste lo que quiere es conmemorar el balserismo". No, no, es que tú eres —como te lo dije un día— hijo de Yemayá Olukun, del puerto de La Habana, hijo de la mar azul, y tus barcos están ahí colocados a la entrada, no son barcos para ir, son barcos para volver.

Yo no me avergüenzo de los que están fuera, porque mis hijos están fuera, y jamás me avergonzaré de mi condición de padre, ni jamás les quitaré a ellos el nombre de cubanos —ellos decidieron su camino— siempre y cuando no hagan armas contra la patria que los vio nacer o levanten su mano contra el que les dio nombre, ¡siempre y cuando! Porque, de lo contrario, tendría que decir que son hijos míos como todos los que luchan por la independencia de Cuba, como dijo una vez el Padre fundador.

En este instante, desde mi corazón, envío al convaleciente, que no está porque no quiere, sino porque no puede; yo le envío un mensaje de gratitud, se lo envío. Quisiera ser un bastón como el de Eneas para sostener a aquel que, con su obra, abrió la posibilidad de la nuestra. Eso es lo que creo ahora.

Preparémonos para el nuevo destino de nuestro país, creamos que lo que se ha hecho por estos honorables compañeros de la comisión de escrutinio es lo más correcto. Para mí no puede haber omisión. No hay omisión, porque yo admiro también la poesía de Reina María Rodríguez, como amo la de la Avellaneda, a quien se discutía porque había vivido lejos de Cuba y había escrito aquel poema ardoroso y duro: Al partir.

Hace unos días busqué su tumba en el cementerio de Sevilla, en cuya lápida reza: "a la excelentísima señora Gertrudis Gómez de Avellaneda".

Así quiero a cualquier otra mujer o a cualquier otro cubano que haya contribuido de veras, sin apartarse jamás —óiganlo bien— de lo que es la defensa de esta tierra, por tanto tiempo asediada.

Es un milagro que nos podamos reunir ahora. Algún día se escribirá la historia de lo que han sido estos diez años. ¡Qué bueno es que podamos tener teléfono, es legal!, pero hubo un momento en que no podíamos siquiera comunicarnos. ¡Qué bueno que se cumpla —como decía la canción de los comunistas fundadores— "que sea tuya la tierra que trabajas, como es tuyo tu amargo sudor". Para que en Cuba haya todo lo que se necesita, y, entonces, se derrumbarán como comadrejas los especuladores que nos esquilman.

Cuando se respete al campesino que trabaja y nadie pase por una carretera y vea una máquina vieja, pero pintada, a la puerta de una casa y diga: "Ya ese cabrón tiene un automóvil", aunque no sepan lo que ha costado a su propietario sacar el fruto de la tierra.

Es necesario que cuando vean pasar a uno cualquiera de nosotros, que sea singular, lo respeten y lo estimen; que no digan nunca, como afirmábamos al principio de la Revolución: "Ahí va un negrito"; que no digan nunca más: "Ahí va un homosexual", o, como estamos en una república literaria y es muy español, "un maricón". ¡No! ¡No!, ya que tanto hemos luchado por la libertad, que se respete nuestra singularidad. Eso es lo que hemos logrado en esta reunión, y por eso hemos llegado hasta aquí.

Hemos vencido porque hemos sobrevivido. Cuando todo termine, quizás, querido Fidel y queridos amigos, yo podré decir como el abate Sieyès cuando le preguntaron en los días terribles de la Revolución Francesa, que no han sido los nuestros: "¿Y usted qué hizo?".

Respondió, entonces, en un grito de sinceridad: "Yo, sobreviví a ella".

Muchas gracias.

Cuba presa en EEUU, cinco héroes universitarios condenados de por vida, Atlanta Jueces Venezuela Guerrero Maria Eugenia


Exponen arbitrariedades cometidas contra Los Cinco
Las arbitrariedades cometidas en el encarcelamiento de los Cinco Héroes cubanos presos políticos en los EE.UU. fueron expuestas en Caracas, en un programa de la televisión Nacional de Venezuela.
María Eugenia Guerrero, denunció que a su hermano Antonio y a los otros cuatro compañeros los condenaron a 15 años de cárcel y hasta doble cadena perpetua por el único hecho de infiltrar a grupos terroristas asentados en Miami, con el fin de evitarle más pérdidas humanas y materiales a su país.
Los cinco prevenían a Cuba de los planes de esas agrupaciones que en casi cinco décadas acumulan gruesos expedientes de sabotajes, atentados y crímenes, que han dejado un saldo de miles de muertos, heridos y mutilados, además daños millonarios a la economía de la Isla.
Durante una entrevista en el programa Dando y Dando, Guerrero declaró que "el muro de silencio que trata de imponer el gobierno norteamericano para ocultar la verdad es la principal prueba que pueda existir sobre las patrañas cometidas en el caso", destaca un despacho de la agencia Prensa Latina.
Argumentó que acusan a Los Cinco -como se les conoce internacionalmente mediante la campaña por su liberación- de poner en peligro la seguridad de Estados Unidos, pero si fuera así, precisó, hubieran desatado una campaña mediática sin precedentes.
Guerrero, quien cumple una breve visita a la capital venezolana para recabar apoyo a la causa de los cinco patriotas cubanos, informó que en 2005 tres jueces del Circuito de Apelaciones de Atlanta revocó las condenas por considerar a Miami un lugar no imparcial para efectuar el juicio, pero un año después la corte en pleno anuló dicha sentencia.
Precisó que una vez presos los metieron en "el hueco" o celda de castigo, alargaron el proceso de selección del jurado, descargaron en sus sentencias todo el odio de la derecha cubano-americana contra el gobierno cubano y los relegaron a prisiones de máxima seguridad.
Explicó que en el mundo existen más de 320 comités de solidaridad a favor de Los Cinco, como es denominada la campaña por la liberación de Antonio Guerrero, Fernando González, Ramón Labañino, Gerardo Hernández y René González.
GRANMA