jueves, 18 de agosto de 2011

Verdugos Civiles de Dictadura argentina proceso genocida

 

  Verdugos civiles de las Dictaduras 

 

 

Acantonados en instituciones de oscuro pasado alegan “inseguridad jurídica” y piden una “generosa amnistía” Pasado y presente de los Ideólogos de la represión. 

Por Gabriel Bencivengo
                
   

                   A diferencia de los militares que les sirvieron de ariete, los Mentores Ideológicos del Neoliberalismo local nunca rindieron cuentas ante la Justicia. El legado que dejaron –sangriento como el de los propios uniformados– quedó impune y se traduce todavía hoy en términos de pobreza, desocupación y deuda externa. Pero también en delitos de Lesa Humanidad, como el secuestro del Empresario Federico Gutheim y su hijo, Miguel Ernesto, 1 hecho que tiene en José Alfredo Martínez su cara más visible, pero que hunde sus raíces en 1 proceso que comenzó antes.

                  Vinculados con los Sectores Trasnacionalizados de la Economía, tras el Golpe Militar de junio del ’66 dieron el 1º zarpazo. Agazapados en la Acción Coordinadora de las Instituciones Empresarias Libres, Aciel, en la Unión Industrial Argentina, UIA y en la Sociedad Rural Argentina SRA saludaron la llegada de Juan Carlos Onganía, tomaron por asalto el poder y desembarcaron de la mano de Adalbert Krieger Vasena en el Min de Economía. Años después, desde la Asamblea Permanente de Entidades Gremiales Empresarias (Apege) impulsaron el paro empresario del 16 de febrero del ’76, prolegómeno del Golpe del 24 de marzo.

             Sus cuadros se esparcieron rápidamente por el Estado. Martínez de Hoz y Jaime Peirraux, que había sido Min de Just de Roberto Levigstone, diseñaron el plan y repartieron los espacios de poder. Guillermo Walter Klein (h),

mano derecha de Martínez de Hoz, asumió al frente de la Secr de Program Econ, 1 puesto que su padre había ocupado en 2 ocasiones y que alternó con sus trabajos para la cerealera Dreyfus y el Fondo Mon Intern (FMI). Juan Ernesto Alemann, hermano de Roberto, futuro Min de Econ de Roberto Viola, quedó a cargo de la Secr de Comercio Exterior.
           La representación de lo más concentrado de la Oligarquía Agropecuaria quedó a cargo de Mario Cadenas Madariaga y Jorge Zorreguieta, otros 2 integrantes del Grupo Perriaux. Ambos Entrerrianos y Vocales de las Ultraliberales Aciel y Apege. Cadenas Madariaga se hizo cargo de las Secr de Agric y Ganad, hasta que Zorreguieta lo reemplazó al frente del Organismo en abril del ’79. El día de jura, mientras en las calles arreciaban el secuestro y la tortura, Zorreguieta puso en claro el papel que jugó la Sociedad Rural Argentina. “En el momento de la prueba –afirmó–, el Campo fue el 1º en ponerse en pie y decirle sí a la convocatoria del
Proceso de Reorganización Nacional.”

Actores de reparto. Otros actores clave son menos conocidos. 1 de ellos es Christian Zimmermann, un Economista que tras casarse con Inés Pereyra Iraola pasó por el Banco Galicia e integró el grupo que lideraron Martínez de Hoz y Perriaux. Sus servicios fueron recompensados con la Vicepresidencia del Banco Central, cargo que ocupó durante la gestión de Adolfo Diz. Otro caso emblemático lo constituye Juan Alfredo Etchebarne, 1 íntimo amigo de Martínez de Hoz, quien lo ubicó al frente de la Comisión Nacional de Valores (CNV). Juntos operaron para saciar la codicia propia y la sus protectores.                              

                  El caso quedó al descubierto con el regreso de la Democracia, cuando 1 grupo de Abogados y exdirectivos del liquidado Banco de Hurlingham y de Industrias Siderurgias Grassi declaró ante la Cámara Federal de Apelaciones durante el Juicio de los exComandantes. Los hechos comenzaron en agosto del ’78, poco después de que la CNV, por orden de Etchebarne, demandara a los Directivos de ambas Sociedades. Unos días más tarde, varios de ellos fueron secuestrados.
                La causa, radicada en el Juzgado Federal a cargo de Daniel Rafecas, fué reactivada por pedido de Abuelas de Plaza de Mayo. Entre los imputados se encuentran el exCoronel Roberto Roualdes, quien habría ordenado los secuestros, y los exTen Coroneles Francisco Obdulio D’Alessandri y Raúl Gattica, además del exComandante de Gendarmería Víctor Rei, quien se desempeñó como Oficial de Inteligencia. Los secuestros, según se desprende de los hechos, ocurrieron después de que la Junta Militar difundiera la supuesta vinculación de Montoneros con el Grupo Graiver, dueño hasta fines del ’76 del paquete accionario del Banco de Hurlingham.
                La versión, abordada por los Diarios de la época, señalaba que la entidad había recibido u$a 17 millones que la organización había cobrado por el rescate de los hermanos Juan y Jorge Born, y que lo sucesores de Graiver habían vendido el Banco al Grupo Chavanne, que a su vez cedió el paquete accionario a Siderúrgica Grassi. Luis Grassi, Presidente de la firma, declaró ante los Camaristas Federales que Zimmermann y Etchebarne quisieron apoderarse del Banco y que intentaron provocar la quiebra de la siderúrgica con el objetivo de beneficiar a Acindar, 1 de las tantas firmas que Martínez de Hoz había presidido antes de llegar al Min de Economía.

                Grassi, sin embargo, no fue la única víctima de la codicia uniformada y su brazo civil. Juan Claudio Chavanne, Titular del Grupo Chavanne, también cayó secuestrado. En su caso por 1 grupo de tareas al mando de Raúl Guglielminetti. Al igual que el resto de las víctimas, fue trasladado a 1 centro clandestino ubicado en Campo de Mayo, ámbito donde reinaban Videla y el entonces Min del Int, Albano Harguindeguy; ambos investigados, al igual que Martínez de Hoz, por al secuestro de los Gutheim.

Los reciclados. Si Etchebarne y Zimmermann no consiguieron reciclarse, otros sí pudieron. Algunos, incluso, apuntalando al Menemismo y travestidos en demócratas, reforzaron la densa trama de vasos comunicantes que urdieron desde mediados de los 60. Los más eficientes diseñaron el andamiaje técnico que dió lugar a las privatizaciones de Roberto Dromi y Rodolfo Barra. Los menos presentables, como José Alfredo Martínez de Hoz (h) y Mariano Grondona (h), prefirieron el bajo perfil y se ubicaron del otro lado del mostrador. Hoy, representan a Empresas como American Energy, Mobil Argentina y RGA Reinsurance; o a Grupos como Enersis y Wintershall, firmas que presentaron demandas ante el Ciadi luego de la salvaje transferencia de pasivos privados al conjunto de la Sociedad que gestionó Eduardo Duhalde.
                No menos paradigmático es el caso del Abogado Roberto Durrieu, Subsec de Justicia entre 1978 y 1981. Amigo de Alberto Rodríguez Varela, y al igual que este 1 connonato defensor de Videla, fundó el buffet que en la actualidad funciona frente a la Plaza San Martín y dirige su hijo. De activa participación en la American Chamber of Commerce, en el Club de Abogados de Empresas y en el Comité de Abogados de Bancos de la Rep Argentina, en su más reciente foja de servicios se destaca 1 encendido pedido de mano dura en pos de la criminalización de las protestas sociales.
                 Obviamente, Durrieu no está solo en la cruzada. Comunidad Ideológica y afinidad de intereses mediante, otros colegas lo acompañan. Héctor Mairal –socio de Marval, O'Farrel & Mairal– es otro destacado del ambiente. Fundador con Guillermo Walter Klein del estudio Mairal & Klein, tuvo 1 influyente actuación hasta que, terminado los años de plomo, la Comisión Legislativa que investigó la estatización de la Italo lo obligó a disolver la Sociedad. Similar trayectoria exhibe Horacio Tomás Liendo (h). En su caso, bajo el auspicio de su padre –Min del Int de Viola– acompañó a Domingo Cavallo al Bcra en la última etapa de la Dictadura y lo secundó desde la Secr Legal y Técnica cuando el mediterráneo llegó al Min de Econ.

Canteras de la Dictadura. Reconvertida como una institución sin fines de lucro, el Foro de Estudios sobre la Adm de Just (Fores) nació bajo el influjo de Jaime Lamont Smart, 1 de los más tenebrosos ideólogos de la represión. Min de Just en la Prov de Bs As durante la Dictadura, Lamont Smart impulsó la creación del Fores poco después de marzo del ’76 con la clara intención de proveer de cuadros técnicos a la Dictadura. Hoy, entre sus socios figura Juan Carlos Cassagne, el Abogado que eligió Martín Redrado para atrincherarse –barricada judicial mediante– en la Presidencia del Bcra.
                Entre sus miembros los Socios Marval, O'Farrel y Mairal, Martínez de Hoz (h) y el Estudio Becar Varela. Entre sus miembros también figura Alberto Solanet, hermano de Manuel, el exSec de Leopoldo Fortunato Galtieri. Compañero de tertulias de Cecilia Pando y Karina Mujica, fundador de la Asos de Abogados por la Justicia y la Concordia, Solanet no dudó en febrero pasado, desde las pág de La Nación, en definir como una “guerra” la represión ilegal y pedir “1 generosa Ley de amnistía”. Un objetivo que persiguen también muchos de los integrantes del oscuro Colegio de Abogados de la Ciudad de Bs As, otra entidad con fuerte poder de lobby sobre la Instituciones Democráticas.
                 La idea, en definitiva, es congruente con la trayectoria que exhiben quienes violaron el Estado de Derecho, procuraron dotar de sustento Ideológico a las Dictaduras Militares y saquearon al País.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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Los gorilas deberían ser estatales Argentina zoologico

                                  ¿ Quién dijo que para entrar al Zoológico hay que pagar entrada ?

 

Después de las 2 vueltas de las elecciones donde la mayoría de los porteños volvieron a insistir con Macri, nosotros como nos enseñaron Néstor y Cristina, volvemos a insistir con nuestras convicciones. Tenemos que insistir con el rol del Estado y con la inclusión de aquellos que todavía no han podido ser incorporados a la vida productiva de nuestro país.

 

Nosotros, los peronistas, estamos convencidos que el Estado debe cumplir un rol protagónico y que además creemos que la economía debe estar al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la economía.

 

Esta pequeñísima introducción sirve para encarar un tema que parece ser menor, pero demuestra como permanecen algunos resabios del modelo neoliberal y que por lo tanto no coincide con el nuestro.

 

Hace unos pocos meses venció la concesión del Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires y Macri propone, naturalmente, renovar dicha relación comercial. Nosotros creemos que no debe volver a privatizarse. El Zoológico debe volver a ser administrado  por el Estado. Debe estar abierto en forma gratuita a la comunidad y los recursos deben ser obtenidos de la comercialización de los productos que se puedan vender dentro de sus instalaciones. El Estado debe posibilitar el ingreso de los chicos con sus padres a ver los animales y que esto no tenga costo. No alcanza con los bonos que graciosamente otorgan los privados y mientras tanto la mayoría de los argentinos sin recursos se quedan afuera. Quién dijo que es natural que se cobre entrada al Zoológico de la Ciudad? Quien dijo que el Zoológico debe dar ganancias? No es mas sano entrada gratis para todos al Zoológico o al Jardín Botánico y si se necesitan recursos, reducir lo que se invierte en publicidad o en costosísimos espectáculos?

 

Les pedimos a los legisladores que defienden nuestro  modelo nacional y popular que estén atentos. Que no sólo se confronta  2 meses antes de las elecciones y mientras tanto  los otros 46 meses acompañamos muchas leyes en contradicción con nuestro modelo. Al modelo hay que defenderlo todo el tiempo, sin excusas.

 

Por nuestra parte  le hemos solicitado al conocido veterinario Dr. Juan Enrique Romero   que nos hiciera llegar una propuesta, en el marco ideológico que estamos hablando y que recupere el protagonismo del Estado. Lo que sigue es  una base para iniciar el debate, porque Macri en cualquier momento debería enviar su  proyecto a la legislatura, y nuestros representantes, como defensores del modelo que encabeza Cristina, deben estar preparados. No hay tiempo que perder.

 

Es cierto que el tema del Zoológico  no le cambia la vida a nadie, pero es la oportunidad para mostrar que somos distintos y que se terminó con la lógica del neoliberalismo que todo tiene que ser un negocio, todo tiene que ser rentable, hasta la distribución del agua potable. En la ciudad de Buenos Aires, aunque sea empecemos por el Zoológico. Y como dirían Néstor y Cristina, después vamos por más. Tenemos que ser desde ahora la alternativa de Macri, sino es difícil que después nos crean.

 

Propuesta Organizativa del Jardín Zoológico

de la Ciudad de Buenos Aires

ante la caducidad de su concesión de administración

 

Introducción

El Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, fundado en 1888, es una institución señera y emblemática de la cultura de la Ciudad.

 

Por él han pasado científicos de la talla de Eduardo Ladislao Holmberg, Clemente Onelli, Juan Bautista Ambrosetti y Florentino Ameghino, entre otros.

 

Su entorno ha sido testigo del nacimiento de la Argentina moderna y sus edificios y monumentos son el mudo marco de parte de la historia de la Ciudad y a través de ella de la Nación.

 

El Zoológico de Buenos Aires es una institución histórica, de hecho ha sido declarado Monumento Histórico Nacional, pero además está inserto en el más cuidado y preciado rincón de los recuerdos infantiles de varias generaciones.

 

Veinte años atrás, un país montado en una ola de privatizaciones denostaba y descartaba la posibilidad de que el Zoológico de Buenos Aires fuera administrado por un Estado Municipal considerado, no sin algunos visos de razón, ineficaz e ineficiente.

 

Fue por entonces que, con una intensa polémica, el Zoológico de Buenos Aires fue concesionado a la administración privada, realizándose en él una serie de obras que lo modernizaron y lo pusieron en valor en cuanto a infraestructura y operatoria.

 

La ausencia del Estado en su rol controlador y supervisor establecido por ley, llevó a la perversión de los fines y al incumplimiento o dilución de los objetivos planteados; sobre todo en la segunda mitad de los 20 años de duración de la concesión.

 

Hoy en día nos encontramos con un Zoológico que ha mantenido una gran parte de su personal técnico de alta idoneidad dentro de su staff, que ha ganado en muchos recintos   pero que ha perdido continuidad y prospectiva en su devenir.

 

Valga plantear que los sucesivos cambios de mano determinaron que el Zoológico tenga actualmente una administración de capitales extranjeros totalmente ajena al origen de la licitación de la concesión.

 

Lineamientos rectores de una futura organización

 

La caducidad de la concesión del Jardín Zoológico no debería plantear la renovación de un esquema administrativo semejante al planteado.

 

Son muy pocos los Zoológicos del mundo que poseen este esquema de administración privada, y los que lo tienen desarrollan un enfoque absolutamente comercial, muy alejado de la cultura popular, de la representatividad histórica, de la preservación de la biodiversidad y de ser iconos de un pueblo, como es el caso del Zoológico de Buenos Aires.

 

La administración del Zoológico de Buenos Aires debe ser ágil, ajena a los avatares de la burocracia municipal pero estrechamente  vinculada con los objetivos culturales, educativos y científicos del Estado de la Ciudad.

 

Una propuesta superadora sería NO RENOVAR LA CONCESIÓN DE ADMINISTRACION A MANOS PRIVADAS.

 

Se debería crear una Fundación Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires, integrada en un 51% de su administración por el Gobierno de la Ciudad.

 

El 49% restante estaría integrado por: miembros de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, del Museo de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” y, como alternativa, se podrían incluir miembros de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de La Plata, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de La Plata y del Museo de Ciencias Naturales de La Plata.

 

Además, sería sumamente interesante contar con un Consejo Asesor integrado por las ONGs relacionadas con la conservación de la biodiversidad y la preservación del medio ambiente.

 

 La mencionada Fundación podría concesionar a su beneficio las áreas gastronómicas, el merchandising, la publicidad estática y todo otro recurso que no tenga que ver estrictamente con las áreas educativas, científicas, de atención veterinaria y cuidado de los animales que quedarían estrictamente reservadas al gerenciamiento de la Fundación.

 

De esta forma, se mantendrían los recursos económicos (con el ingreso de las subconcesiones) pero redireccionados y gerenciados para lograr los objetivos institucionales científicos y educativos del Estado de la Ciudad a través de esta institución emblemática.

 

                                          Dr. Juan Enrique Romero

 

Frente de Unidad Peronista

CARLOS MONTERO -  VICENTE BRUSCA

E-mail: frenteuperonista@ciudad.com.ar

www.frenteuperonista.com.ar  www.fup2010.blogspot.com 

en twiter: @jpfup     en facebook: Frente de Unidad Peronista

 

 

 

Papel Prensa: la alianza entre los 3 Diarios y las 3 Armas (1ª parte)

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TUVIMOS QUE ESPERAR 27 AÑOS PARA LEER ESTA INVESTIGACIÓN


Papel Prensa: la alianza entre los 3 Diarios y las 3 Armas

 


 
Después del Golpe del ´76, la Dictadura, Clarín, La Nación y La Razón despojaron a la familia Graiver. Eran judíos, mientras reinaba el antisemitismo y el afán por crear un monopolio. Lesa humanidad y Capitalismo Salvaje. Las pruebas.
 

Cynthia Ottaviano y Juan Alonso 
 
    Seis meses después del Golpe del ´76, la orden fue clara y terminante: Un grupo de Judíos no podía ser propietario de Papel Prensa. La Junta Militar, integrada por Jorge Rafael Videla, Eduardo Emilio Massera y Orlando Ramón Agosti, venia –en teoría- a reestablecer un modo “Occidental y Cristiano de vida” a sangre y fuego. Y el Grupo Graiver, cuya cabeza visible era David “Dudi” Graiver, dueño de las acciones de la que iba a ser la principal productora de materia prima para Diarios y Revistas, no encajaba entre las familias de “reconocida solvencia moral y material” –a decir del Almirante Massera, fundador de la ESMA- o “responsables e interesadas” –según el flamante Ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz, verdugo de la industria y Producción- que podían seguir los lineamientos del “Proceso de Reorganización Nacional”. Por esa razón, es decir, por la suma de intereses, prosapia e ideología compartidas, decidieron que los propietarios de los Diarios Clarín, La Nación y La Razón, debían ser los ejecutores del emprendimiento.
 
    Esta fue una decisión estratégica del Poder Militar, tomada mientras la maquinaria de Represión Política, Social, Sindical y Cultural consumía una generación completa de Argentinos y el País entero se convertía en un gigantesco campo de Concentración, sin que los Diarios de mayor tiraje testimoniaran lo que ocurría.
 
    La alianza entre la Dictadura y los dueños de la verdad publicable, con eje comercial en Papel Prensa, quedó asentada en diferentes documentos secretos y en 18 declaraciones tomadas por la Justicia de la Democracia a las que accedió Tiempo Argentino, tras una investigación de 3 meses que incluyó el rastreo de información inédita en Archivos Públicos, Privados, Nacionales y Extranjeros, y 20 entrevistas a los protagonistas de esta trama, hasta hoy desconocida en sus detalles más escabrosos.
 
    Estos documentos comprueban, por ejemplo, que mientras la familia Graiver sufría la tortura, la desaparición y el asesinato de sus miembros, la Junta Militar  accedió a todas las peticiones de Clarín, La Nación y La Razón en aras de crear un Monopolio, aún cuando éstas perjudicaran al propio Estado Nacional y al resto de los Diarios del  País, según surge del documento “reservado y secreto” de la Armada Argentina fechado el 15 de diciembre de 1976 que se reproduce por 1ª vez en estas páginas.
 
    Los 3 Diarios querían Papel Prensa y las 3 Armas hicieron lo posible para satisfacerlos. Y aún más. Conviene prestar atención a los nombres y apellidos, los movimientos accionarios y la simultaneidad de Operaciones Militares y Campañas Psicológicas que, finalmente, concretaron la utopía Militar Empresaria: Generar una Prensa adicta a un modelo de País que tenía como principal víctima a la Democracia y a sus Ciudadanos. Eran Oficialistas del Terror.
 
    Todo comenzó con el final de una vida: la de “Dudi” Graiver, muerto en un misterioso accidente aéreo el 7 de agosto de 1976, en Chilpancingo, México. Horas después del episodio el teléfono de la Casona Mexicana donde estaba Lidia Papaleo, la Viuda, sonó con amenazas de supuestos integrantes de Montoneros, que le reclamaban el reintegro de 17 millones de dólares, más los intereses de 130 mil dólares mensuales que –insistían- venían siendo abonados desde 1974, por David, lugarteniente de Bruno Gelbart y presunto broker de Guerrilla Peronista. Lidia sintió que se iba a desmayar. Se encerró en su cuarto hasta la noche. Recién entonces le dijo a Elba Gitnacht, la madre de David, lo que pensaba. También la escucharon Juan Graiver, el padre de David; Lidia Brodsky, la mujer de Isidoro; la Secretaria Lidia Gesualdi. Esa llamada fue el detonante para que los Graiver pidieran audiencia con Jorge Rafael Videla. Tenían miedo: fueron a buscar protección sin saber que la buscaban donde no debían.  Videla nunca los recibió, pero Marta Botón, secretaria del Dictador, estampó el sello de “recibida” en una carta de la familia, donde detallaban el problema que tenían en nombre de las 33 Empresas que integraban el Grupo Graiver, que empleaba a 2500 personas.
 
    A principios de ese dramático año para los Graiver, Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto, Bernardo Sofovich, Patricio, Sergio, Marcos y Hugo Peralta Ramos; los Diarios La Nación, Arte Gráfico Editorial Argentino, editora de Clarín, y La Razón constituyeron la Sociedad Anónima FAPEL.  Nombraron como Presidente a Manuel José Benito Campos Carlés y al propio Magnetto, como VicePresidente, hombres clave en la estrategia.
 
    A los problemas que ya sufrían, los Graiver sumaron otros: desde FAPEL, se los comenzó a presionar para que vendieran las acciones de Papel Prensa, a la que la Junta Militar consideraba “prioridad política de Gobierno para el autoabastecimiento nacional de papel”
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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SAN MARTIN UN GRANDE REALMENTE enfrento la elite porteña argentina

"San Martín tenía diferencias muy profundas con la élite porteña"

Publicado el 17 de Agosto de 2011

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Tomás Forster
En Nueva historia del Cruce de los Andes el historiador habla de los costados menos conocidos de la gesta de San Martín, establece cuál fue su gran acierto al concebirla y cuestiona la "apropiación" que Mitre hizo de su figura.
 

Gustavo Camogli es un joven historiador y periodista interesado en revisitar, reinterpretar e iluminar algunas zonas desconocidas de la gesta sanmartiniana. Apegado a una comprensión histórica encarnada en las luchas colectivas y en el liderazgo de próceres de carne y hueso que supieron representar los clamores y derechos populares, ajeno a las operaciones proclives al mármol oportunista y al canon que vacía de contenido la humanidad intensa, fructífera y poderosa de los padres de la independencia latinoamericana.
En coincidencia con un nuevo aniversario del fallecimiento del libertador de la Argentina, Chile y Perú, Camogli acaba de publicar un libro que esclarece e incorpora elementos y datos reveladores de lo que fue la epopeya andina que derivó en la batalla de Chacabuco. Con un espíritu didáctico y una prosa que entrecruza la crónica con el análisis, Nueva historia del cruce de los Andes, editado por Aguilar, refleja el renaciente interés de las nuevas camadas por adentrarse en las guerras de independencia y aporta nuevos datos de importancia.
La actualidad de la región, los distintos bicentenarios patrios que llegaron en un contexto de resignificación del ideal de Patria Grande,   principales puntos de motivación para este misionero que charló con Tiempo Argentino sobre su obra, explicó el contexto social y político en el que se enmarcó el Cruce de los Andes, resaltó las diferencias de San Martín con la élite porteña y cuestionó la operación que realizó Bartolomé Mitre con la figura del hombre nacido en Yapeyú. 
–¿Qué te llevó a interesarte por un acontecimiento histórico tan comentado y documentado como el Cruce de los Andes que encabezó José de San Martín?
–La experiencia de haber vivido en Mendoza, durante seis años, me puso en contacto directo con la cordillera de los Andes y con todos los lugares en los que San Martín formó el ejército. Me nació la necesidad de contar lo que hicieron estos tipos para cruzar la cordillera. Pensar que hace 200 años, 4000 tipos cargados de mulas, de equipaje, de cañones, de balas, de comida, cruzaron pelando para llegar a la batalla de Chacabuco. Y, además, la cruzaron por algo tan elevado como la ideología revolucionaria. Se habla mucho del Cruce a la hora de analizar la vida de San Martín y da la sensación de que él hizo todo y que nadie lo ayudó. Pero, para hacer una operación de ese tipo hay que contar con la colaboración de miles de personas. Entonces trato de contar quiénes fueron sus principales colaboradores y asesores más cercanos, qué aporte hizo cada sector social. La idea fue analizar el contexto en que se desarrolló la formación del ejército e intentar profundizar en algunos t emas de los que se sabe poco y nada.  
–¿Qué vínculos encontraste entre el Cruce de los Andes y el contexto político, social y económico de ese entonces?
–La genialidad de San Martín pasó por utilizar el sentido común ante cada encrucijada que se le presentaba. Cuando va al Alto Perú y conoce la realidad militar de esa zona, descubre que por ahí no se va a avanzar en términos militares y que la revolución necesita otra solución estratégica para alcanzar sus objetivos. Empieza a masticar la posibilidad de que el camino sea por Chile y una operación anfibia sobre Perú. Hasta octubre de 1814, la revolución en Chile estaba todavía triunfante hasta que sucede el desastre de Rancagua. El cambio de escenario político y militar lo obliga a San Martín a pensar en un gran ejército para recuperar Chile y pasar después a Perú. Había varios planes de cruce en la época y San Martín los conocía. La originalidad está en la aplicación del sentido común y en las dimensiones del ejército que termina realizando el cruce. San Martín toma conciencia de que Buenos Aires no puede obtener recursos, los estrategas del poder central están muy apegados a la campaña en el Alto Perú y la única alternativa que le queda es conformar el ejército desde Mendoza.  
–¿Cuáles eran las diferencias de San Martín con la elite porteña?
–Eran diferencias claramente políticas e ideológicas. San Martín tenía un proyecto mucho más profundo que la élite de Buenos Aires que pretendía heredar el poder colonial sin transformar la sociedad. Por eso los conflictos con el artiguismo, con el Litoral y con el propio San Martín que siempre fue muy independiente y autónomo respecto a los poderes centrales. Privilegió siempre a sus tropas y a la población que le tocó gobernar en Cuyo. Esa independencia era mal vista en Buenos Aires. La tensión se confirma en el '19. En aquel momento, el directorio porteño ordena a San Martín y al ejército del Alto Perú que vuelvan para luchar contra el artiguismo. El ejército del Alto Perú retorna pero San Martín se niega a acatar la orden, renuncia a su cargo de general del ejército de las Provincias Unidas y asume el cargo de general del ejército chileno y con ese cargo va a pelear por la libertad de Chile. Considera que no podía predominar la lucha interna con respecto a la lucha fundamental ,que era la independencia del yugo español.
–¿Cómo era la relación de San Martín con los caudillos federales?
–En el '19 va a intentar mediar entre Buenos Aires, Estanislao López y Francisco Ramírez. Buenos Aires se niega pero las provincias federales lo aceptan como mediador. López le va a decir que si quiere ir hacia Buenos Aires que les avise, que ellos lo van a esperar con toda la gente y lo van a llevar en andas hasta la ciudad. Lo reconocieron como una especie de líder en la disputa con Buenos Aires. Cuando San Martín vuelve después de todas sus campañas del encuentro con Bolívar en Guayaquil, tiene que irse nuevamente porque los rivadavianos lo están cercando, le espían la correspondencia, lo ningunean. Se va Europa y decide volver cuando los federales acceden al poder con Manuel Dorrego y cuando llega se encuentra con la noticia de que Dorrego había sido fusilado por Lavalle, un general sin cabeza formado en la escuela sanmartiniana pero que, evidentemente, aprendió mucho en términos militares pero nada en términos ideológicos. En esa circunstancia, San Martín decide no bajar en Buenos Aires.
–¿Por qué considera que la historiografía liberal dominante buscó erigir un San Martín más cercano al héroe divino que al personaje de carne y hueso?
–La élite liberal pretendió dotar a la naciente nación de un pasado glorioso y lo más glorioso eran San Martín y el Cruce de los Andes. El problema que encontró Mitre a la hora de escribir la Historia de San Martín es que el libertador tenía poco que ver con la ideología liberal y unitaria que pregonaba Mitre y que pregonó Rivadavía. La única alternativa que le quedó a Mitre fue vaciar de contenido la figura de San Martín y la gesta de los Andes, que tenía un fin político. Con esa operación de vaciamiento, Mitre logra colocar en el mismo panteón de próceres a San Martín y a Rivadavia que eran enemigos acérrimos. San Martín lo llegó a retar a duelo a Rivadavia. El problema es que esa interpretación de la historia se repitió con el tiempo y las generaciones siguientes de historiadores siguieron replicando esa misma interpretación sin reflexionarla ni revisarla.
–¿Cuál es la actualidad de su libro?
–La historia se escribe desde el presente. Le planteamos preguntas al pasado desde el presente y en esta actualidad de Latinoamérica uno ve que esa utopía de la Patria Grande está en construcción nuevamente después de mucho tiempo. Hay una integración cada vez más marcada entre los países, donde los presidentes se sienten como amigos y hermanos. La Argentina se siente parte del continente y los argentinos dejamos de pensar que somos Europa en América. Todo este contexto nos invita a rever nuestro pasado para entender cuáles son las fuentes de lo que está pasando en la actualidad porque nuestra integración viene desde hace 200 años. Y también para entender a qué responde ese fervor de Patria Grande y las referencias constantes a esos tiempos de revolución e independencia que hacen Chávez, Correa, Cristina y Evo Morales. Los pueblos de Latinoamérica hoy se sienten muy hermanados e integrados.

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Paraguay recibe flamantes médicos recibidos en Cuba generosa y solidaria

Paraguay: Retornan otros profesionales graduados en Cuba

17 Agosto 2011

Escuela Latinoamericana de Medicina, ELAM. Foto de Archivo

Un segundo grupo de 50 paraguayos de escasos recursos retornaron hoy a su país convertidos en profesionales, después de concluir sus estudios universitarios en centros de la Educación Superior de Cuba.

Del total de egresados, 49 provienen de la Escuela Latinoamericana de Medina (ELAM), a quienes se suma Mirna Raquel Riveros, primera graduada de este país suramericano en la especialidad de licenciatura en Historia.

Los jóvenes arribaron al aeropuerto internacional Silvio Pettirossi alrededor de las 02:30, hora local, y fueron recibidos por amigos, familiares, otros becarios, directivos de la Asociación de Padres y Madres de Estudiantes en Cuba (Apymec) y del viceministerio de la Juventud.

El pasado 10 de agosto regresó el primer grupo de 43 universitarios y al finalizar el 2011, 156 jóvenes paraguayos egresarán de los centros de la Educación Superior de la isla del Caribe, la cifra más alta desde el comienzo en 2000 de este programa solidario entre ambos países.

En ese primer grupo, aparte de los médicos, retornó Fátima Cabrera la primera mujer titulada en arquitectura en el Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echevarría”, de La Habana, y a la postre la mejor graduada extranjera entre alumnos de 28 países.

Humberto Muñoz, presidente de la Apymec, dijo a Prensa Latina que se tituló este año también, en el mismo centro de altos estudios, la primera fémina en la especialidad de telecomunicaciones.

Del total de graduados este año, 143 vuelven como médicos egresados del nuevo programa de Formación de Medicina.

Muñoz destacó que por segundo año consecutivo el gobierno costeó el 100 por ciento del pasaje de los becarios para su retorno, gracias a las gestiones de la Secretaría de Repatriados, el viceministerio de la Juventud, la Binacional Itaipú, la Embajada de Paraguay en La Habana y la Apymec.

Al término de estas graduaciones en Cuba, manifestó, permanecerán estudiando en la Isla más de 450 becarios paraguayos.

El viceministerio de la Juventud paraguayo apuesta por la inserción de estos profesionales al quehacer social de la nación y confía en que contribuirán al desarrollo nacional, ejerciendo su profesión en las diferentes comunidades de este país.

Hasta la fecha, más de 700 jóvenes de esta nación suramericana culminaron sus estudios en universidades cubanas, en su mayoría procedentes de la ELAM.

 

 

Federico García Lorca republicano poeta español

 

18 de Agosto 1936

 

un día como hoy, hace 75 años, las hordas fascistas asesinaron a

Federico García Lorca.

 

Lo mataron por POETA, REPUBLICANO, por estar con su pueblo.

 

cordialmente alex

Jose de San Martín y su sable Juan Manuel de Rosas Leopoldo Lugones

 

Membrete de la Fundación Dr. Ramón Carrillo

 

 

Bandera argentina

 

 

HOMENAJE AL LIBERTADOR SAN MARTÍN 

 

1850 - 17 de agosto - 2011

 

 

El sable

Don Leopoldo Lugones

por Leopoldo Lugones

(1874 - 1938)

 

 

Primer acto: El sable libertador

 

Y así pasaba el sable: como un relámpago ante las filas y en el relámpago había una visión; y la visión era un florecer de palmas. ¡Gran cosa esa guerra! A la espalda, los Andes. Los campos de Chile al frente. San Martín en medio.

 

Una decoración imponente: bloques monstruosos, torrentes espumosos que corren como caballos, abismos llenos de ecos como inmensas campanas volcadas, sueño de vientos, nubes, nieve, silencio. Algún cóndor.

 

De repente un trueno cercano, una llama; Chacabuco. Luego, más lejos otro trueno, otra llama: Maipú. La vieja cordillera oía, y si bien callaba, esto no quiere decir que permanecía indiferente. Aquello era un amanecer.

 

De improviso, por la cuesta más agria, entre las mandíbulas del abismo caminando por las sendas que conocen el paso de las nubes y en las cuales suele desganarse el viento en quejas, caballos, granaderos, armas, banderas: La legión. La libertad con ella, y Dios cerca. Iban aquellos tempestuosos caballeros en dura empresa de redimir y despertar.

 

Tratábase de inaugurar naciones y de vestir pueblos desnudos. De vestirlos de laureles, que es heroico vestir. Era un trabajo cósmico, un trabajo de fe y de acero. La fe era grande, porque los corazones eran firmes; los aceros herían hondo, porque los brazos eran fuertes.

 

Aquellos soldados podían llamarse los ascetas de la libertad. De hambrientos que estaban, se habían vuelto inmensos; fenómeno común entre los esclavos que ya no quieren serlo. Remendadas llevaban piel y blusa, pero la una y la otra se habían roto porque no se rompió el acero del dueño. No sabían leer; empero sabían deletrear el poema de la tempestad. No tenían camisas, pero les sobraba sangre y entusiasmo bajo la piel, y si no iban vestidos, iban dorados de gloria. No hablaban; sin embargo, habían oído de cerca la voz de la montaña. No poseían siquiera un poeta: mas sí negros vigorosos que soplaban formidables clarines, y golpeaban toscos tambores. No pensaban en nada; no obstante tenían sus caballos. Ni siquiera conocían su propio rumbo; pero para ellos el horizonte concluía donde se levantaba el sable. Aquel sable era como el sol: por donde pasaba se iban despertando las gentes.

 

Y era entonces el trajín de las batallas que había de ganarse; de los aceros que necesitaban su bautismo; de los corazones que daban allá adentro como sordos golpes de caballos que llevaban también alas; de las banderas en que había pintados soles para que ni aún los días oscuros anduviera sin sol aquella tropa; de los ímpetus más apremiantes que espuelas; de las esperanzas brillando de golpe y a un tiempo, como cuando el cielo escampa a media noche y la Vía Láctea arroja sobre el horizonte su enorme cruza de cascada; de los corajes extrahumanos que empujaban hacia la muerte a los guerreros que iban con las almas puestas en las espaldas y los corazones latiendo acordes con el galope de caballos, en aquel inmenso trajín, de esos que dejan un ruido largo por los caminos cuando se ponen a trotar los pueblos que el pensamiento de Dios inquieta en ciertas horas como un instinto superior, que provoca esos irresistibles éxodos, bajo cuyo empuje se abren en dos los mares y se conmueven los desiertos: (mares de agua y mares de sombra, desiertos de arena y desiertos de luz, porque suele tratarse igualmente de ejércitos, de familias y de caravanas de almas). Y era el sable quien mandaba y eran cosas de prodigio las que se veían cuando el sable mandaba, cosas de exterminio y de sangre, cosas de honor y de luz, muertes, cargas, fugas, esplendores, cóleras… y el sable siempre rayando las fronteras de los pueblos nuevos y esparciendo a los cuatro horizontes los saludables espantos de la justicia. Aquel sable era como la tempestad: por donde iba pasando tronaba.

 

Y vino después el tiempo de los ocios tristes, y llegó la estación de encanecer y las grandes aves negras volvían a ausentarse para sus pueblos y cumbres, y el sable volvió a entrar en su vaina y ya no se le vio más… hasta un día.

 


Segundo acto del drama: Juan Manuel de Rosas.

 

Este hombre tan grande y tan fuerte vivió constantemente recibiendo rayos. Cuestión de altura. Sólo que como las cosas del mundo físico suelen tocar su acción en el mundo moral, las calumnias, las diatribas y los apóstrofes de los pequeños contra los grandes hieren de abajo a arriba.

 

Es casi asunto de iniciados llegar a convencerse en este país de la inmensa altura genial de Rosas. Son veinte años de historia tachados cobardemente. Irrefutable prueba de pequeñez moral. Las tres cuartas partes de los ciudadanos argentinos ignoran todo lo que es realmente histórico de la dictadura del general Rosas. La gente unitaria ha seguido teniéndole miedo al hombre hasta después de muerto, y se ha dado el elocuente caso de un cadáver dando miedo a la historia oficial de un pueblo. Porque ésta es la verdad: no han sido los historiadores que se han callado, sino el cadáver que les ha impuesto silencio. De algún modo tenía la calumnia que mostrar bajo su falsa piel leonina, el hocico de chacal. Sólo se sabe que en aquella época se cortaban cabezas. Y bien, ¿qué? Se cortaban porque era una guerra de cabeza contra cabeza. Y si yo hubiera de optar imparcialmente entre aquella época de lucha ferozmente bravía, y estos tiempos de cobardías y de subasta en todo, me quedaría con la primera. Temple moral debía tener el pueblo que mandaba el general Rosas cuando fue capaz de producir Caseros.

 

En cambio, el pueblo de hoy cree que para echar abajo las repugnantes medianías que lo están robando, no le queda mejor recurso que el soborno del ejército ¡Siempre la subasta!

 

Y luego, ¡qué extraña y formidable carrera la de aquel hombre! De repente aparece en la escena con los dos rayos azules de sus ojos. A su alrededor hay guerreros valerosos, tribunos eximios, ciudadanos meritorios. Todo se pliega ante él o viene abajo. Es cosa de un instante. Repentinamente se ve que ya no queda más que él. Suprema injuria para los mediocres.

 

Dentro del concepto del gobierno, y con las modernas leyes científicas de la concurrencia vital, el único gobernante lógico es el tirano. La idea del mando es absolutamente autocrática. El que manda es siempre uno. El crimen del general Rosas consiste en haber sido lógico ocupando solo todo el horizonte porque era el más grande de todos los hombres de su tiempo.

 

Hay que confesar que la personalidad de Rosas no cabía en la vulgar y mediana blusa democrática a pesar de tener ésta diez mil mangas. Y él la hizo estallar magníficamente. Bajo la enorme presión de su pecho dominador saltaron los míseros broches del convencionalismo legal. Entonces le advirtió la tempestad, le juzgó digno de su esfuerzo, le vio grande entre las microscópicas envidias que hormigueaban bajo su talón imperioso, y echó él vientos, nubes, rayos.

 

Europa volvió a anudar los cabos rotos de sus recolonizaciones fracasadas, y fue el moverse las escuadras sobre los mares, y el agruparse los traidores sobre la tierra. Brevemente: Rosas alzó entonces su cabeza principalmente hermosa y soberbia, hizo pelear a su pueblo, y batiéndose –ambidextro formidable– con un brazo contra la traición que ponía en venta la propia tierra por envidia de él, y con el otro contra la invasión que venía saquear en tierra extraña, echó a la tempestad riendas de hierro que manejó con sus puños el gran jinete de pueblos y de potros. Y por segunda vez se salvó la independencia de la América.

 

Entonces el sable, aquel viejo sable se estremeció en su vaina como en los buenos días de las batallas por la libertad del continente lejano.

 

El león sintió que sus canas eran todavía pelos viriles, comprendió toda la grandeza del esfuerzo del dictador, y dijo que en mejor mano no podía caer la prenda heroica. Y redactó su testamento partiendo la herencia en dos; dejó su corazón a Buenos Aires y su sable a Juan Manuel de Rosas. Y no tenía más que dejar. Hay motivos para creer que no amaba más el corazón que el sable. Este rasgo de San Martín, es entre los muy pocos geniales que tuvo, el más genial. No cualquiera podía comprender a Rosas. Verdad es que San Martín no debió ver en él sino el Salvador de la Independencia de América. Pero, ¿se necesita más?

 

Y bien: he aquí que traen como una reliquia bajo el saludo de las banderas, la herencia que San Martín dejó a Rosas. Jamás soñara el dictador mejor desagravio en su propia tierra. Porque es imposible separar aquí los recuerdos. Por Rosas vuelven a tener los argentinos el sable del Libertador. Y no se puede hablar de la herencia heroica sin recordar al gran heredero, al hombre extraordinario que a pesar de todo no han conseguido manchar por completo las calumnias mezquinas y los silencios cobardes de los que nunca pudieron perdonarle el imperdonable crimen de haber sido más grande que ellos.

 

Y yo que escribo esto ahora, asumiendo honradamente mis fueros de posteridad, debo una declaración que conceptúo importante: dos de mis abuelos pelearon en las filas unitarias.

 

Uno venciendo al Gran Bárbaro, empresario de hazañas de leyenda, en La Tablada y Oncativo, donde fue el afirmarse las infanterías como sobre un manchón de piedra cada infante, y el cargar de las caballerías rajando la tierra a golpes de patas de caballo los jinetes con los brazos arremangados y tan pegados a ellos las lanzas, que parecían retoños de árboles en aquel choque de una tormenta brava contra una montaña serena. Otro vencido en el Tala, donde fue el desbandarse las gentes de Lamadrid –aquel guerrero de piel tan agujereada que no se sabía cómo no le había ido por las brechas la brisa de fuego que tenía por alma– bajo una nube de boleadoras, con las lanzas a la rastra para salvar los jarretes en los brutos, doblada la espalda bajo el fantástico golpe de la persecución que venía desatando alaridos y desplegando los colorados chiripás como llamas pegadas a los flancos de los caballos, en un tumulto visionario que era como un naufragio en un relámpago.

 

Ahora bien, en presencia de ese sable que la nación de los argentinos no puede recibir hoy dignamente, porque está muy escasa de laureles, cabe un parangón entre época y época. Cabe preguntar qué vale más, si aquellos años de guerra abierta, cruel pero varonil, o los presentes de asfixia moral, de lepra sorda, de cobardías y de sensualismos de camastros. Es el momento de decidirse entre la hemorragia y el flujo secreto. Y hay que confesar, sobre todo, que si hemos conseguido un confortable tejido adiposo, nos hemos empequeñecido de corazón. La ganzúa ha vencido al puñal. Ya nadie quiere mandar; empero, todos desean hartarse. Economía de rayos para las nubes. Gastos de miasmas para el sumidero. Compensación. ¿Qué nos favorece más?

 

¡Oh!, los sables libertadores son útiles santos. Por el sable es cómo dos islas están sosteniendo ahora el honor de la humanidad. Los sables nunca tienen la culpa de los males de los pueblos. Las culpables son las manos.

 

Ante la gloria de los héroes, desaparece, se anula el mísero concepto de las patrias. Por eso yo que no tengo ninguna, si se exceptúa el corazón de la mujer que me ama, he recordado ante ese sable que llega, la independencia americana, necesaria a la economía del globo como un pulmón, aunque esté manchado por la infamia republicana y la estupidez democrática; he vengado a la historia de la conjuración de mil triunfantes envidias pequeñas, pero numerosas como viruelas; y he resuelto recordar a los militares (no me atrevo a decir guerreros) de esta nación crucificada en el caballete de una pizarra de bolsa, que entre los afeminados ciudadanos de Ítaca no se encontró uno capaz de manejar el arco legendario del guerrero ausente.

 

Por fortuna, el Sable va a ser puesto en el museo. Es lo mejor, desde que ya no existen ni el libertador don José de San Martín ni el tirano don Juan Manuel de Rosas.

 

 

(*) Lugones, Leopoldo; “El sable.” (En: Diario Mayoría. Reproducción del artículo “El sable”, publicado originalmente en el diario El Tiempo el 4 de marzo de 1897 con motivo del retorno a la Argentina del sable del Libertador, págs. 52 a 53, miércoles 20 de noviembre de 1974 / Buenos Aires ). Arch. Fundación Dr. RAMÓN CARRILLO. 


Fuentes:

- Castagnino Leonardo.
Juan Manuel de Rosas, Sombras y Verdades
- Fuentes citadas (*)
- La Gazeta Federal:
www.lagazeta.com.ar 

 

 

FUNDACIÓN Dr. RAMÓN CARRILLO

 

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